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La historia de la curtiduría Carriat comienza en 1927 en
Espelette, en el País Vasco. El joven Rémy Carriat comienza a suministrar a los fabricantes de zapatos del Suroeste y rápidamente se impone como una referencia en el mercado francés. "Rápidamente entendió que la calidad y la proximidad eran la clave," nos explica Marie Hiriart Carriat, heredera y directora de la empresa familiar.

Pronto, la familia ofreció su experiencia en cuero a nuevos sectores como el mobiliario y luego la marroquinería. "Siempre supimos tomar las curvas en el momento adecuado, para que nuestra empresa permaneciera enclavada en medio de su valle, lo más cerca posible de sus proveedores y clientes." Un siglo de perfeccionamiento después, el saber hacer de la
empresa es de una riqueza incomparable.

El cuero de toro es ahora la firma de la casa. Se reconoce mundialmente como un material excepcional, a la altura del saber hacer movilizado en su elaboración. "Los bolsos más bellos del mundo, confeccionados con los materiales más nobles, no durarán tanto como un bolso de cuero de toro."

El aspecto único y la textura de este cuero provienen de su generoso y flexible grosor. Es importante tenerlo en mano para entender mejor sus cualidades naturales. "Es el tipo de cuero que uno quiere comprar con los ojos cerrados, simplemente al tacto."