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Soy fotógrafa, pero fotógrafa «plástica». Tengo una práctica bastante experimental con la fotografía, la trato como a la pintura. Hay un vínculo verdadero con el material, ya sea en el soporte o en el químico que se utiliza para producir las imágenes. Se trata, realmente, de un trabajo artesanal de fotografía, aunque vaya a contracorriente de lo que en la actualidad se entiende por la palabra «foto».

El cianotipo es un proceso fotográfico que precede a la fotografía analógica y que, hoy en día, está viviendo un renacimiento. Permite mezclar de forma interesante la fotografía y la pintura, o expresión pictórica. El cianotipo utiliza un químico que reacciona a los rayos UV. La foto clásica reacciona a cualquier tipo de luz, pero en este caso solo utilizamos la luz solar. Por tanto, para producir las imágenes, necesito sol, no una cámara. El soporte capta directamente la luz, de forma similar a cómo reacciona la piel bronceándose bajo la luz del sol. En el cianotipo se generan imágenes más o menos azules. Los resultados pueden variar bastante en función del tiempo que haga.

El químico del cianotipo es líquido, por eso se puede aplicar a una gran variedad de soportes, especialmente los más porosos. Esto permite realizar cianotipos en telas o, como vemos aquí, en papel de acuarela. La fotografía, etimológicamente hablando, se refiere al acto de «escribir con luz», así que, siguiendo este principio, el cianotipo formaría parte de la fotografía, pero realmente quiero y necesito que la fotografía se una a otros ámbitos.

Me gusta mucho que la gente pueda ver mis obras sin saber que, realmente, es fotografía. Simplemente porque no sigue los mismos códigos y entra dentro de los pictórico. Para este proyecto, elegí trabajar a partir de las sombras de plantas encontradas por ahí, sombras perfectamente dibujadas en mi jardín, en un parque o, incluso, en un paisaje.

Este es el resultado después de unos minutos. Obras que combinan naturaleza y poesía, que aparecen aquí expresadas en un resplandor de azul de lo más inspirador. Porque en los cianotipos de Marie, al igual que en la marroquinería, además de destreza, se necesita inspiración.